martes, 6 de julio de 2010

¿Sabes? Hoy te eché de menos, me acordé de ti en esta noche oscura, una noche silenciosa, como tu ojos que son dos balsas de agua tibia que me atraen como un imán atrae el hierro, y no puedo evitarlo, bueno..Seamos francos, tampoco lo intento.

Te susurraría tantas cosas al oído después de una intensa noche de pasión, pero eso soy yo, lujuria, desenfreno ¡y se acabó!

Y pensar que aún así prefiero compartirlo a no volver a sentir sus manos sobre mi piel. ¿Cómo puedes poseer algo que no conoces? No es extraño que no pueda ver a Dios, si tampoco puedo ver mi verdadero yo.

Demasiadas noches pronunciando tu nombre entre los gemidos de un profundo sueño. Demasiado tiempo reuniendo el valor para decirte “te quiero”. Y no lo hago, ni el decirte... Ni el quererte, y podrás llamarme cobarde, pero tampoco quiero alejarte...o tener que huirte. Tal vez algún día así pueda sentirte…cuando esté segura de no volver a verte.

Huiré de ti, de tu imponente presencia, de tus ojos, de esa profunda mirada que me mata, de tu piel, de tus labios tan sabios, que siempre están donde mas los deseo. Trataré de no acercarme a ti para no sentir la desazón de tu indiferencia, y emborracharme con tu olor…y con algún que otro litro de cerveza...

No hay comentarios:

Publicar un comentario