Me apetecía bailar, cantar, reír, recordar... aquellos momentos que están ahí y que siempre lo estarán... y sin embargo grité en lugar de cantar mientras movía los brazos histéricamente en lo que parecía ser una danza demoníaca, y lloré porque había olvidado, por un momento, todo lo que me importaba.
Y entonces todo se calmó, fue mágico, ¡joder, como brillas!
Me gusta sentir como la cerveza fría recorre mi garganta en verano, me encantan ese par de caladas que me dan el "flow" y todo va "pa'lante", me gusta verte feliz. ¿Maniática? Es una cuestión para deliberar, las cosas o se hacen bien, o que no se hagan... Tú amaneces día tras día a la misma hora, siempre igual, tan predecible... sin embargo yo... aquí me tienes, sé donde empieza, pero no donde terminará mi día. No estoy encerrada dentro de una rutina, ¡ni siquiera cuando tenia una! Y siempre quiero verte. Son como esas cosas que nunca te contaré, aunque ya te las esté contando; y quiero, pero no puedo, y tu no ayudas aunque quieras; en cierto modo ya soy tuya, nunca lo reconoceré, claro está, pero desde el primer momento lo fui. No puedo estarme quiera y me entretengo con una mosca, sueño despierta constantemente y fantaseo con cosas que no ocurrirán, canto a voces, pero no en la ducha: en el salón, el dormitorio, la calle o cualquier bar. Voy y vengo sin control, al igual que mi cabeza, un día aquí, otro día allí... ¡Y llegas tu y a la mierda! Y nunca me pides explicaciones, e inconscientemente te las doy, y nunca preguntas pero yo siempre respondo. Me enfado, desvarío, aparento indiferencia... pero todo se queda en una máscara, siempre fue una máscara, pero me acostumbré a tenerla y ahora deslumbra estar sin ella... pero que decir que tu no sepas ya, ¿verdad? En dos días me conoces más que yo misma y no se si es, o si no es; sencillamente sublime... 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario