miércoles, 8 de septiembre de 2010

Y tú

Recuerdo entrar y escuchar la puerta cerrarse. Después el cerrojo. Y tú, solo tú, siempre tú. Tan misterioso, tan inalcanzable, tan sexy. Y yo, solo yo, siempre yo. Tan joven, tan dulce, tan provocativa. Tu lengua deslizándose dentro de mi boca. Tus manos acariciando mi cuerpo. Mordisqueo tus labios. Te agarro con las ganas del que nunca tuvo. Un giro brusco y un golpe contra la puerta. Tu aliento en mi nuca, tus manos en mi cintura. Me excito y trato de borrar esa imagen de mi mente. Sigue ahí torturándome. Excitándome. Complaciéndome.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario